Juan de Austria: un nacimiento con muchas incógnitas
La vida de Juan de Austria es la vida de un héroe de leyenda del siglo XVI: valiente guerrero y hombre de carisma. Su biografía siempre estuvo envuelta en un halo de grandeza, pero también de misterio.
Desde su nacimiento y sus primeros años en Ratisbona, Luxemburgo o Leganés, una época envuelta en sombras palaciegas donde su vida parecía haber quedado en manos del destino, hasta que por orden del Emperador, Don Luis de Quijada lo lleva a su casa de Villagarcía de Campos (Valladolid), para que sea su propia esposa, Magdalena de Ulloa, quien cuide y eduque al pequeño Jeromín. Este la querrá como si fuera su verdadera madre y es aquí donde vivirá los momentos que mejores recuerdos dejarán en su corazón.
En muchas ocasiones Don Juan de Austria volvió a recibir los consejos de su aya Magdalena. Se dice que antes de cada batalla pasaba unos días en Villagarcía junto a ella. Nunca la olvidó y para ella fue su último suspiro.
Pero la leyenda creció. Ya de adulto, sus hazañas en ultramar, sus conquistas, sus amores, de los que poco ha trascendido, su fidelidad a España y a su hermano Felipe II, las traiciones, hasta su muerte, entierro, exhumación y traslado del cuerpo hasta el Escorial, son también episodios cargados de leyenda, acrecentada si cabe por la decisión de su hermano de destruir toda documentación relacionada con él. Decisión que dará alas a la imaginación de quienes siglos después van a estudiar su vida.
Todo es confuso en el nacimiento de este personaje. La mayoría de sus biógrafos coinciden en afirmar que se produjo en Ratisbona y durante los meses de enero o febrero. Respecto al año vuelven a surgir las dudas: 1545 para algunos y 1547 para otros.
No es mi intención en este texto aportar pruebas irrefutables en uno u otro sentido, aunque sí constatar las divergencias evidentes entre sus estudiosos, para poder afirmar que ninguna de las teorías puede situarse como única verdad. La primera biografía oficial autorizada por la casa real lo data en 1545. En esta biografía también se detalla que su madre era una dama de la alta aristocracia centroeuropea, versión que será negada muy pronto adoptándose como versión oficial la maternidad de Bárbara de Bloomerg, o queriendo hacer ver la ascendencia noble de esta cantante hija de un comerciante. Esta teoría tuvo siembre bastantes lagunas sin resolver y que ella misma negó en varias ocasiones. La destrucción intencionada de todo documento relativo a Juan de Austria no ayuda a aclarar ninguna de estas sombras.
Un primer vistazo general nos advierte que los defensores de la primera fecha son sus contemporáneos y los biógrafos más cercanos a su vida. En cambio, los que señalan el año de 1547, son historiadores que, transcurridos los siglos y, una vez analizadas algunas de las circunstancias, se inclinan a dar por buena la versión «oficial» posterior, fecha que el propio Juan de Austria grabó en su Toisón de Oro, aunque, según los primeros, este detalle tuviese más que ver con la voluntad del hijo natural de Carlos V de hacer coincidir la fecha de su nacimiento con la del Emperador.
En la primera biografía oficial escrita por Lorenzo Vander Hammen, Juan De Austria, Historia[1], y publicada treinta años después de su muerte, se detalla lugar, fecha y hora, sin un ápice de duda, fechando su nacimiento en febrero de 1545, con lo que el chaval tendría en ese verano la edad de trece años, más cerca de los catorce. Edad que explica muchos de los comentarios que se vertían sobre él, refiriéndose a su porte adulto y su madurez, y que es además perfectamente compatible con una gran afición a las monterías, los caballos y las armas, preferencias señaladas por Don Luis de Quijada cuando le dice a Carlos V que debería olvidar sus intenciones de que el chaval ingrese en alguna orden religiosa. Aparte, claro, de tener la edad suficiente para un romance apasionado, edad media de todos los amantes de las más famosas leyendas.
Hay más historiadores que sitúan el nacimiento ese mismo año. El portal oficial del archivo de documentos históricos españoles Pares[2], data también en 1545 la fecha de nacimiento de Juan de Austria.
Si se intenta fechar por la concepción, también resulta difícil de concretar, ya que el Emperador estuvo varios años en Gante, y existen estancias que validan cualquiera de las dos opciones, según el libro de Manuel de Foronda y Aguilera[3], que relata con precisión el diario del Emperador. Para la de 1547, porque nueve meses antes pudo coincidir con la cantante en Ratisbona, y para la de 1545, porque retrocediendo esos mismos meses, certifica que se encontraba en la zona, como invitado a algunas de las fiestas organizadas por una noble familia alemana.
Las dudas acerca de la veracidad de la madre oficial, Doña Bárbara Blomberg, y la falta de datos de sus primeros años de vida en Ratisbona o en Bruselas, ayudan poco a concretar su nacimiento.
El perfil que de él hace el historiador Henry Kamen en su libro: Poder y Gloria: Héroes de la España Imperial[4], se destaca la obsesión de este hijo natural de Carlos V por aparentar repetidas veces menos años de la que tenía. Así, no sorprende que las fuentes se muestren siempre contradictorias. El propio José Antonio Sánchez Prieto cita en este mismo libro a Luis de Quijada, quien definía la complexión del joven Austria con “un crecimiento, superior a la media de su edad”.
De toda esta confusión, nosotros nos quedamos con la versión de febrero de 1945, por ser la primera fecha de la primera biografía oficial escrita poco tiempo después de su muerte, en 1627, escrita por Vander Hammer —cronista real— y referente obligado de la totalidad de historiadores que han escrito y escribirán sobre Juan de Austria.
Muchos escritores, entre la novela y la biografía, han tratado de recomponer su vida:
Lorenzo Vander Hammer: Juan de Austria. Bien documentada y primera biografía sin novelar del hijo de Carlos V. Publicada unos años después de su muerte con los parabienes de la corte y el clero.
Luis Coloma: Jeromín. Biografía novelada, publicada en 1905, con recursos y referencias documentales, que glosa a un Jeromín angelical, casi sin mácula, niño prodigio de su época, aunque para narrar los hechos reales de su vida recurre constantemente a la biografía de Vander Hammer… menos en la edad. Creemos que porque eso reduciría su imagen infantil.
Baltasar Porreño: Dichos y hechos del Señor Rey don Felipe Segundo, el prudente, potentissimo y glorioso monarca de las Españas y de las Indias. Una revisión biográfica que aúna varias citas entre las que se encuentran Luis Coloma y el propio Vander Hammer. Para certificar la edad de Don Juan, Porreño cita un documento que del que se habla en el libro del padre Coloma[5], relativo a la proclamación del infante Don Carlos como Príncipe de Asturias, el 22 de febrero de 1560, durante las Cortes de Toledo de 1559[6]. En la cita se dice que Francisco de Eraso repara en que Juan de Austria puede no tener los catorce años para poder hacer la Jura. En cualquier caso, si Carlos V no dejó escrita su fecha de nacimiento, ni el nombre de su madre, nadie, ni Luis de Quijada, su mentor, ni el propio Jeromín, sabrían realmente su edad y mucho menos al año, o dos años de haberle conocido.
P. Bartolomé Bennassar: Juan de Austria: Un héroe para nuestro tiempo. Vuelve a hacer referencia a esa acta de las Cortes reunidas en Toledo.
Esos dos años más de edad explicarían, además, que fuese considerado por todos los cronistas sin excepción un joven muy despierto, “gentilhombre” —como dijo Carlos V al verle, según Coloma— y también que con esos trece años, casi catorce, pudiera enamorarse perdidamente de una Magdalena que podría tener esa misma edad en septiembre del año 1558 en el que Carlos V murió en Yuste.
Si poco importó después si tenía unos años más o menos, el dato es crucial para apoyar los mimbres reales de esta leyenda, porque se asentaría sobre una edad más sólida que los doce años del retrato preciosista del padre Coloma que, aunque lo dibuja constantemente como un refinado querubín, la inmejorable documentación histórica que aporta, añade pasajes como la carta que contesta Luis de Quijada a la hermana del rey acerca de una información que le solicita Juan Vázquez, secretario de estado, por orden de la princesa Juana de Portugal sobre un “niño” que tienen en su casa, contestándole Quijada sin querer utilizar la palabra “niño” y usando en su lugar “muchacho”.
«Veinte días después del fallecimiento de su majestad imperial, me escribió Juan Bázquez, de parte de la serenísima princesa, que le avisase si era verdad que en mi poder avía un niño, queriéndome dar a entender que se había dicho ser de su majestad, o como yo le avisase, en público o en secreto, de lo cierto dello, para que, si fuese verdad, se probeyese lo que cerca desto dexara ordenado. A que le respondí ser ansí que yo tenía un muchacho de un caballero amigo mío, que me había encomendado años ha»
En el velatorio de Carlos V estuvo Juan de Austria y según consta en el acta que de los presentes hace Vander Hammen, con detalle de todos y cada uno de los asistentes, cita textualmente a Don Juan de Austria, señalando que en ese momento tiene más de trece años:
… y sus albaceas, frai Juan Regla, Luis Quijada, y Martin de Gaztéliu y a vueltas dellos Don Juan de Austria, de edad de treze años poco más; que por averse criado tan sin sospecha de cuyo hijo era, no le pudo causar mucho sentimiento esta pérdida[7].
La Real Academia Española de la Historia[8] intenta zanjar la discusión con la inscripción del Toisón de Oro, sin alegar datos sobre quién aportó la fecha o documento para su inscripción. Como curiosidad, para su biografía, la Academia también se basa en innumerables ocasiones en la biografía de Vander Hammen, en todo, menos en su fecha de nacimiento. Rememoran, eso sí, pasajes del libro del padre Coloma, que recordemos, pone en boca de Luis de Quijada la duda acerca de que el niño que le entrega a su mujer tuviese “7 o 9 años”.
Juan de Austria es lo que hoy llamaríamos un “sin papeles”. Llegó a Villagarcía de Campos con lo puesto, y lo poco que se sabe de su historia antes de ser enviado a España lo tuvo que refrendar él mismo.
A mencionar también el intento de Felipe II de promocionar a su hermanastro, recordado por Isabel Álvarez de Toledo en sus estudios históricos sobre Felipe II y su contexto, donde señala:
Entre las promociones, destacó por desatinado el intento de nombrar a Juan de Austria Capitán General de la Mar, viable en opinión de Felipe II, a condición de que le arropasen “buenos capitanes y consejero”. La iniciativa indignó a Gonzalo Pérez: “téngolo por burla y no sólo por los inconvenientes que V.E. dize, que son muy grandes, sino porque no le cumple a nuestro amo armarle contra su hijo, que no sabemos el valor que terná”. En ciernes D. Carlos, nacido en 1545, el mismo año que el tío “si este otro sale valeroso y se halla con el impío de la mar, quién sabe si se contentará con poco y si le ayudarán de Ytalia y de otras partes”[9].
Habría sido lógico, si hubiese habido una diferencia de edad de dos años, referirse a ello en la protesta del secretario Pérez, pero sólo hace referencia al valor que puede tener el hijo del rey.
Conclusión: Con esta discusión hoy todavía sobre la mesa[10], podemos concluir sin temor a equivocarnos, que prácticamente nadie —ni probablemente él mismo— pudieron demostrar fehacientemente la edad exacta de Juan de Austria. Ese misterio otorga tanta validez a quienes defienden la fecha de 1545 cómo la de 1547 para fechar su nacimiento.
En nuestro caso, y aunque en principio se trate de una leyenda, creemos que la pequeña base real que pudo dar pie a esta leyenda, es otro dato más para inclinar la balanza en favor de los primeros.
Sus padres (más incógnitas)
De lo que no hay duda —puesto que el mismo Emperador lo reconoció— es de que era hijo de Carlos V, pero, ¿quién era la madre? A día de hoy, parece haberse establecido la que fue la versión oficial de la Casa Real tras la muerte del Emperador, que aseguraba que se trataba de Bárbara Blomberg[11], una hermosa mujer a la que la mayoría describen como perteneciente a la alta burguesía de Ratisbona, aunque el hispanista Bartolomé Bennassar[12] considera que no se trataba más que de una ramera muy bella y con grandes dotes para el canto. Una búsqueda de sus orígenes nobles no arroja dato alguno, por el contrario, si aparecen bastantes referencias a su pasado como cantante y a su procedencia de una familia dedicada al negocio de las pieles.
Está documentado que a Bárbara se la casó con Jerôme Pyramus Kegel, un capitán de la guardia de María de Hungría, hermana de Carlos V —tal vez por ello se conocía al hijo del Emperador como Jeromín—, y durante toda su vida vivió del dinero que le pasaron, primero Carlos V y luego su hijo Felipe II.
Tampoco esta maternidad está libre de dudas. Hay quien dice que lo de esta cantante fue un acuerdo para ocultar a la verdadera madre. Es este otro hecho que también narran y recogen algunos historiadores, entre los que normalmente afirman que la madre de Juan de Austria era una noble alemana, tal como dicen Baltasar Porreño[13] o el mismo Lorenzo Van der Hammen[14], quien expone que, con la que tuvo ese retoño Carlos V, era una dama de la alta aristocracia centroeuropea. Son otras las voces que reflejan los comentarios de la época en los que se decía que aquella noble, para ocultar su “falta”, compró los servicios de Bárbara Blomberg, quien se haría pasar por madre del niño a cambio de recibir una pensión vitalicia, o que fue la misma María de Hungría la que organizó todo, versión que cobra fuerza teniendo en cuenta para quién trabajaba el improvisado padre.
La cantante Blomberg, quizá por algún enfado, llegó a decirle a Don Juan que no era su madre. Puede ser esa la causa por la que él nunca la quiso y todo ese amor de hijo se lo entregó a Magdalena de Ulloa, la mujer de Luis de Quijada, que fue quien le educó y que, recíprocamente, lo quiso como a un hijo. No pasa desapercibido para muchos historiadores el hecho de que Magdalena recibiese ese niño de manos de su esposo, sin explicaciones claras acerca de su origen. Luis de Quijada le anunciaba que un hombre le entregaría un niño de siete a nueve años, Jerónimo de nombre, y que él la suplicaba, por el amor que la tenía y el que ella siempre le había demostrado, que acogiese al rapaz como madre, y como tal le amparase y educara[15]…
De nuevo esos dos años bailando.
Cómo era Jeromín
A trazo grueso se ha descrito a Juan de Austria como un joven de físico y trato atractivos, al que se le atribuyen numerosas aventuras amorosas. Fue apreciado por sus contemporáneos, al que comparaban constantemente con su sobrino el príncipe Carlos, enfermizo y sin brío. Venció a los turcos en la Batalla de Lepanto, con lo que se ganó una buena reputación en toda Europa.
No era alto, y al parecer siempre conservó ciertos rasgos infantiles, dato que bien podría sumarse a la confusión sobre su edad.
Vander Hammer también le describe ayudándose de los testimonios de la gente que vivió con él: temperamento sanguíneo, señoril presencia, algo más que mediana estatura, alegre, inclinado a lo justo, de agudo ingenio, buena memoria, alentado y fuerte, ligero, agradable, cortés, buen honrador de letras y armas, excelente a caballo…
Exceptuando las biografías excesivamente beatas que hacen sobre su vida ciertos autores como el padre Coloma y como el mismo Vander Hammer (también eclesiástico), que nos dibujan a un angelito que da limosnas, va a misa todos los días y reza el rosario, la mayoría de cronistas le describen como bastante mujeriego desde muy joven, y se relatan varios romances y algún nacimiento natural. De hecho, algún guía de los que enseñan su mausoleo en El Escorial explica los doce anillos de las manos de su escultura mortuoria como recuerdo de todas sus amantes, aunque la realidad pueda ser otra no tan romántica. Es sabido que gustaba de luchar sin guantelete y los anillos evitarían los cortes no deseados.
Sin embargo, todo el mundo certifica que el verdadero amor de su vida fue para Magdalena. Magdalena de Ulloa, aclaro. Cuentan que sus últimas palabras fueron “tía, tía… Magdalena, Magdalena”. Las primeras dos palabras por Magdalena —su aya, a la que llamaba tía— y las dos segundas se supone que también por ella, aunque a los autores de esta adaptación nos gustaría pensar que, dado que los primeros amores quedan grabados a fuego en el corazón, se tratara de la otra Magdalena.
[1] Lorenzo Vander Hammen y León: Historia de D. Juan de Austria. Editor L. Sánchez, 1627. (Biblioteca de la Abadía de Monserrat)
[2] Portal de Archivos Españoles del Archivo General de la Administración: http://pares.mcu.es/
[3] Manuel de Foronda y Aguilera: Estancias y viajes del Emperador Carlos V: Desde el día de su nacimiento hasta el de su muerte, comprobados y corroborados con documentos originales. Edición digital basada en la edición de Madrid, Sucesores de Rivadeneyra, 1914. Edición digital en Cervantes Virtual.
[4] Henry Kammen: Poder y gloria: Los héroes de la España imperial. Barcelona, S.L.U. Espasa Libros, 2010.
[5] Padre Luis Coloma: Jeromín – Estudios históricos sobre el siglo XVI. Imprenta de la Compañía de Jesús, 1905. Edición digital en la Biblioteca Digital Hispánica.
[6] Manuel Colmeiro: Cortes de los antiguos reinos de León y Castilla. Madrid, Real Academia de la Historia / Sucesores de Rivadeneyra, 1885. Edición digital en Cervantes Virtual.
[7] Lorenzo Vander Hammen y León: op. cit.
[8] Diccionario Biográfico electrónico (DBe) de la Real Academia de la Historia: http://dbe.rah.es/biografias/13446/juan-de-austria.
[9] Archivos web de Isabel Álvarez de Toledo: Amerilis / Felipe II y su contexto, enFundación Casa Medina Sidonia. https://www.fcmedinasidonia.com/isabel_alvarez_toledo/amerilis.
[10] Wikipedia: https://es.wikipedia.org/wiki/Juan_de_Austria.
[11] Wikipedia: https://es.wikipedia.org/wiki/Barbara_Blomberg.
[12] Bartolomé Bennassar. Don Juan de Austria: Un héroe para un imperio. Barcelona, Temas de Hoy, 2000.
[13] Baltasar Porreño: Dichos y hechos del Señor Rey don Felipe Segundo, el prudente, potentissimo y glorioso monarca de las Españas y de las Indias. Madrid, Museo del Prado, 2000.
[14] Lorenzo Vander Hammen y León: op. cit.
[15] Padre Luis Coloma: Jeromín – Estudios históricos sobre el siglo XVI. Imprenta de la Compañía de Jesús, 1905. Edición digital en la Biblioteca Digital Hispánica.
[16] “Magdalena Osorio, hija de Alvar Pérez Osorio señor de Villacís y Cervantes, y de Magdalena Manrique de Lara. Sobrina segunda de los Señores del Palacio de Pasarón”, en Anales de la Real Academia Matritense de Heráldica y Genealogía. Volumen IV ISSN: 1133-1240.
[17] Jacob W. Imhoff: Genealogiae viginti illustrium in Hispania familiarum. Leipzig, Johann Friedrich Gleditsch, 1712. (Biblioteca Estatal de Baviera).
[18] Jose Antonio Sánchez Prieto: https://asociacionculturallamagdalena.wordpress.com/eleccion-de-yuste-por-el-emperador/.
[19] “Luis de Ávila” en Wikipedia: https://es.wikipedia.org/wiki/Luis_de_Ávila.
[20] José Antonio Sánchez Prieto: Estudio de un municipio de La Vera. Pasarón de La Vera, 1971, págs. 63-67.
[21] Vicente Calle Calle: “El Palacio de los Manrique de Lara en Pasarón de La Vera: Simbolismo y leyenda”, en Actas de los XVIII Coloquios Históricos-Culturales del Campo Arañuelo. Navalmoral de la Mata, 2012, págs. 87-104.
[22] Gervasio Velo y Nieto: “Solar de los Manrique de Lara en la Villa de Pasarón”, en Boletín de la Sociedad Española de Excursiones, tomo LVIII, 1954.
[23] Ibidem, págs. 176-178.
[24] Timothy R. Tangherlini: “It happened not too far from here: A survey of legend theory and characterization”, en Western Folklore, núm. 49, 1990, págs. 371-390.